Cecilia Vázquez (1967) nació y creció en Ciudad de México. Estudió la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y obtuvo el el grado de Maestría en Bellas Artes (MFA) en el Massachusetts College of Art and Design, E.U. con el apoyo de una beca Fulbright.
Expone regularmente su trabajo –tanto en México como en el extranjero– en museos, instituciones culturales y galerías privadas. Su práctica le ha asegurado una posición dentro del arte mexicano, habiendo sido distinguida en tres ocasiones con el Sistema Nacional de Creadores de Arte (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes). Es también parte de la Red de Expertos Fulbright-García Robles, y participa regularmente como jurado en diversos concursos y becas nacionales e internacionales.
Ha impartido cátedra en universidades en México, los Estados Unidos y Argentina, y llevado a cabo labores como Artista Visitante en diversas instituciones en México y E.U. Actualmente es Profesora Asociada en Massachusetts College of Art and Design en Boston, E.U. Previamente, fue Profesora / Investigadora Definitiva de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, donde también dirigió la Maestría en Producción Artística, perteneciente al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad, CONACyT. Ha sido también Tutora del programa Jóvenes Creadores (FONCA).
Se han publicado dos monografías sobre su trabajo: Fondo, figura y fondo otra vez y Geometría blanda.
Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas en México y el extranjero.
Mi trabajo plantea situaciones donde representación e invención se unen para generar lecturas imprevistas dentro de los lenguajes de la pintura y el dibujo, buscando desarrollar una experiencia visual que cuestione nuestras nociones convencionales de belleza.
Parto de la apropiación de formas y situaciones provenientes de los géneros de la naturaleza muerta y el paisaje, y de la invención de elementos que animan al recuerdo de algo remotamente conocido. Ambos planteamientos comparten ciertas características (repeticiones de forma y diseño, color, tamaño) pero se apartan uno de otro en tanto su carga afectiva y significación. Al vincularlos en una imagen única los elementos abstractos toman roles narrativos, al tiempo que las formas más obviamente identificables actúan como contrapuntos que indagan sobre nuestros mecanismos tradicionales de representación. Me interesa maniobrar en el intersticio de la sintaxis figurativa con la abstracta para revalorizar la imagen como un territorio cargado de posibilidades subjetivas en cuanto a imaginación y potencial de significación metafórica.
Uno de los ejes de mi producción ha sido la conversación estrecha entre la pintura y el dibujo. No me interesa encasillar mi práctica en una denominación cerrada, pues encuentro que utilizar técnicas tanto gráficas como pictóricas en una misma pieza alienta la investigación sobre ambas disciplinas, y propicia resultados imprevistos basados en la problematización de ambas. En los últimos años he trabajado también formas tridimensionales que dialogan con las pinturas y dibujos de forma directa, estableciendo resonancias entre unos y otros, y potenciando la naturaleza específica de cada solución. Ello ha resultado a su vez en el desarrollo de ambientaciones que trabajan con el sitio mismo en el que se inscriben, articulando un corpus que propone lecturas fluidas entre espacio y visualidad, pues me interesa la gramática de la pintura también fuera de su genealogía tradicional.
Entiendo las piezas terminadas como tentativas por resolver asuntos que nunca podrán ser solucionados a cabalidad: que es en ellos mismo donde reside el acto creativo.
Mi trabajo, pues, privilegia la pregunta sobre la respuesta.